
19 May Renting y Leasing
En este artículo se analizarán las dos maneras de disponer de un vehículo sin necesidad de comprarlo, que son el renting y el leasing.
El renting consiste en alquilar el vehículo durante un periodo indeterminado abonando una cuota mensual en la que están incluidos gastos como el seguro a todo riesgo, las averías, los impuestos, el mantenimiento, asistencia en carretera, etc…
Una vez cumplido el plazo acordado, se puede optar por devolver el vehículo, por prorrogar el contrato o, aunque la opción de compra no figura al final del periodo del contrato, suele ser posible abonar el precio residual para adquirir el vehículo del que se ha disfrutado.
El renting es un alquiler que, aun no teniendo una duración mínima determinada, suele utilizarse para periodos cortos, y la propietaria del vehículo es siempre la empresa de renting.
Por el contrario, el leasing es un contrato de arrendamiento a largo plazo en el que se abona una cuota de entrada y otras cuotas periódicas de arrendamiento financiero pero, a diferencia del renting, no incluye el seguro, averías, mantenimiento, etc, y la propiedad del coche pertenece a la entidad financiera.
El leasing implica la financiación del vehículo para su adquisición, razón por la que el contrato sí contempla la opción de compra cuando éste finaliza, que no suele ser antes de los dos años desde su firma. Además, al finalizar el contrato, el leasing también ofrece la posibilidad de prorrogarlo o bien devolver el vehículo.