Cómo preparar tu coche para el invierno

01 Dic Cómo preparar tu coche para el invierno

La llegada del invierno supone una bajada de las temperaturas y unas condiciones meteorológicas adversas que pueden incidir negativamente en la conducción y seguridad de nuestro vehículo. A continuación, os proponemos unos consejos para afrontar las inclemencias invernales de la mejor manera posible.

  • Neumáticos: si están en mal estado, los surcos de las ruedas no pueden drenar el agua del asfalto en caso de lluvia, lo que supone el riesgo de que se produzca aquaplaning y, por tanto, de perder el control de la dirección del vehículo. Los neumáticos tienen unos testigos de desgaste que nos indicarán si los surcos alcanzan, como mínimo, los 1,6 milímetros de profundidad. También hay que revisar la presión y cambiarlos antes de los cinco años independientemente de que tengan poco uso, pues en este caso la goma se endurece y se pierde más de la mitad de su agarre. Se pueden colocar neumáticos de invierno siempre y cuando la temperatura sea inferior a 10°C.
  • Batería: con el frío es más probable que se descargue. Se recomienda revisar su carga en un taller a los tres años de vida de la batería y, en caso de comprobar que no alcance el voltaje necesario (más de 12,5 voltios), habrá que sustituirla por otra nueva.
  • Amortiguadores: a partir de los 30.000 kilómetros comienzan a perder su eficacia, lo cual empeora con el asfalto mojado. Esto se traduce en una mayor distancia de frenada y en un aumento del riesgo de la pérdida de control del coche en curvas.
  • Luces: aunque siempre han de estar en perfecto estado, con lluvia o niebla la visión empeora. Si están fundidas las podemos sustituir nosotros mismos, pero si el faro es de xenón, tendrán que hacerlo en un taller. A partir de los cinco años de uso se recomienda cambiar las bombillas porque pierden intensidad.
  • Escobillas y líquido del limpiaparabrisas: las escobillas deberían cambiarse anualmente, y siempre tenemos que mantener lleno el nivel de líquido del limpiaparabrisas. En invierno es aconsejable rellenarlo con limpiacristales o con agua y anticongelante (menos de medio litro) para evitar que se congele.
  • Aceite del motor: comprobar que su nivel es el adecuado y que tanto el aceite como el filtro del mismo sean sustituidos cuando lo aconseja el fabricante, pues una mala lubricación puede acarrear una avería grave en el motor.
  • Líquido anticongelante: sin está en mal estado puede congelarse y reventar tanto los manguitos como el motor. Suele cambiarse cada cuatro años. Tenemos que vigilar siempre que su nivel se encuentre entre el mínimo y el máximo y, si el nivel está bajo, se debe llevar el coche al taller para saber si es producido por una fuga o porque el motor consume el líquido anticongelante.
  • Frenos: hay que comprobar el nivel del líquido de frenos para asegurar un funcionamiento óptimo del sistema de frenado. Es recomendable sustituirlo cada dos años.
  • Filtro de polen: de él depende la buena ventilación del habitáculo, lo que es imprescindible para evitar que los cristales se empañen en caso de lluvia o frío.